
Y sí, la vida cambia cuando tienes cáncer de mama.Cambia tu agenda, cambian tus planes, cambian tus preocupaciones, el olor de todo.
Cambian tus pensamientos en el día, tus antojos, tu energía, tu concentración, tu productividad.
Cambian tus temores, tus sentimientos, tus más grandes anhelos, tu necesidad de abrazos, de cariños, de cuidados.