
Los efectos de la radiación son temporales en la piel y se básicamente se trata de una quemadura parecida a la de sol fuerte.
El tratamiento externo de radiación, que es el más común a seguir cuando se trata de cáncer de mama, toma entre 4 y 6 semanas con sesiones casi diarias.
Después de las primeras 3 semanas, verás que tu piel se enrojece, se sienta seca, con algo de comezón e inclusive se descarapela.
La piel se oscurecerá y se marcarán más los poros de la misma y sentirás cambios en la sensibilidad del seno, se incrementará o disminuirá. La textura de la piel puede cambiar en grosor, y en su suavidad. Todo es normal.