Si me hubieran preguntado en qué consistía mi rutina de cuidado personal antes de tener cáncer de mama, mi respuesta habría sido un largo silencio incómodo. ¿Ejercicio, cremas para la cara, descanso, leer un libro, ver novelas, dedicarle tiempo a mis amigas?....¿qué estoy haciendo de lo que me gusta?
Para muchos es normal, no pensar en nosotros mismos, nuestras preocupaciones se centran en el trabajo, los hijos, los pendientes, los pagos y ya, al fin y al cabo ¿Quién tiene tiempo para cuidarse?
Pero todo cambia cuando tienes cáncer de mama. Esta enfermedad es como una bomba que llega a tu vida a cambiarlo todo, a despertarte y mostrarte lo que realmente importa: Tú.
Se trata de una batalla en donde las cicatrices, la pérdida del cabello, la lucha por vencer y seguir adelante, te hace apreciar una cosa: tu vida, y es así como empiezas a cuidarte y te das cuenta de la importancia de ver por ti y por tu salud, no sólo física, sino también emocional.
Sí, el apoyo de tu familia y amigos es importante, pero todo esto no funciona, si no hay un apoyo interno antes, de ti para ti, es por eso que darte el permiso de cuidarte, tiene que ser primero.
Esto puede ser un trabajo incómodo, el auto descubrir, construir y separar los hechos que te conforman como persona, tus preocupaciones, deseos y miedos para comenzar a construir ese mensaje empático de amor y cuidado hacia ti misma, que te harán descubrir que no se trata del final, y que puedes lograr salir de esta.
A continuación te comparto algunas cosas que puedes hacer para cuidar de ti misma, (y no se limitan sólo a esta lista) son las siguientes:
Nota: Pregúntate a ti misma ¿Qué disfrutas hacer? ¿Qué le trae calma y felicidad a tu vida? ¿Por qué? Puedes usar las respuestas de estas preguntas para comenzar a cuidar de ti.
Baños con esencias: Trabaja en hacerte sentir bien
Velas aromáticas: Se trata de armas una atmosfera que te haga sentir en calma
Acupuntura: Si no le temes a las agujas y ya has tenido la experiencia de una sesión de acupuntura, hacerlo puede ser una excelente opción para liberar la presión que padeces.
Decorar: Todo se trata del lugar, arma el tuyo, decóralo y hazlo sentir como un rincón al cual puedes acudir cuando sientas que no estás en tus mejores momentos.
Distráete: Películas y tu bebida favorita pueden ser la respuesta que buscabas cuando pedías relajación y calma, puedes hacerlo sola o acompañada.
Rituales de belleza: Mascarillas, maquillaje, cortes de cabello, cambios de imagen, lo que sea necesario para descubrirte y sentirte bien contigo misma.
Ejercítate: No tienes que correr un maratón, una sesión sencilla de Yoga, pilates e incluso un paseo por el parque te harán sentir mejor.
Helado y golosinas: No te estoy diciendo que tu dieta tiene que conformarse de estos para sentirte bien, recuerda que debes comer sano, pero comer un helado de vez en cuando o disfrutar un postre que te guste, puede hacerte sentir mejor, se trata de apreciar los pequeños placeres de la vida.
Amigas: pasar tiempo con las amigas es de suma importancia, siempre nos alimentan el alma y nos llenan de risas y amor.
Familia: dedicar más tiempo a escuchar a tus hijos, visitar a los abuelos, retomar el tiempo con mamá o papá, hacer esas llamadas que hace tiempo no haces.
Pasiones: y ni se diga si te gusta cocinar, leer libros, pintar, escribir o bailar como a mí me gusta…no puedes dejar de hacerlo.
Es crucial que lo entiendas, el cuidado personal no requiere cantidades exorbitantes de dinero, para mí, las cosas como la meditación, el journaling, las caminatas en el bosque, las risas con amigas y las series acompañada de mi hija, me daban la oportunidad de convivir más conmigo, que era justo lo que necesitaba en el momento y lo que me dio la fuerza para seguir cada vez más deseosa de vencer lo que llamamos cáncer de mama.
No soy la misma persona que comenzó en el proceso, crecí, lo admito, y también me descubrí a mí misma y me di cuenta de las cosas que realmente son importantes en la vida. No es preocuparse por el trabajo, los pendientes, y las cosas que pueden esperar, es ver por ti, por tu familia y por darles lo mejor que tienes, y eso sólo se logra por un camino; el auto cuidado.
