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¿Amas a la persona o lo que esperas de esa persona?


El mes pasado compartí una serie de artículos platicando sobre las relaciones y cómo la vivimos una vez que estamos en el proceso de cáncer de mama. La realidad es cuando enfrentas esta enfermedad, 99% del tiempo estamos pensando en lo que sentimos, en nuestros miedos, en el futuro, en el tratamiento.


Pero qué pasa con las emociones de aquellos que nos rodean, con nuestras parejas y las relaciones personales con amigos y familia. Muchos de ellos al enfrentar una situación como lo es el cáncer tienden a alejarse.




Si tu pareja ha decidido marcharse durante el proceso te comparto este artículo para saber “Cómo superar un corazón roto durante el cáncer”.


Pero hoy quiero hablar de la otra cara de la moneda, esa que nos habla de aquellos seres queridos que siguen presentes, pero no son “lo que esperamos”. Es normal en el ser humano enamorase de la expectativa, de lo que esperas que alguien haga o sea en tu vida.


Al recibir el diagnóstico esperamos que todos a nuestro alrededor sepan o entiendan qué decir, cómo actuar, cuándo estar presentes, cuándo darnos espacio. Quiero que sepan que no está mal, nuestras emociones se convierten en una montaña rusa y no vemos con claridad.


Pero una vez que pasa el tiempo, que entras a tratamiento y la rutina de la enfermedad arranca, es momento de preguntarte “¿qué espero de aquellos que están cerca de mí? Me afecta lo que hacen porque tengo una expectativa distinta o puedo aceptar que no siempre actuarán de la forma correcta porque los amo”.


En este artículo te comparto por qué nos enamoramos de una expectativa, qué significa esto y cómo reconocer cuando es momento de dejar ir a alguien porque esperamos algo de ellos que no es real.


Antes qué nada, ¿qué es estar enamorados de una expectativa? Los lazos basados en un idea irreal de lo que alguien es durante las relaciones adultas imitan exactamente lo que sentías cuando eras niña y cómo mantuviste un vínculo con tus padres, incluso cuando la conexión con ellos en ese momento fue decepcionante o poco saludable.


"Si me comporto de manera diferente, entonces mamá no se enojará tanto ..."

"Cuando mis padres no estén tan estresados, lo haremos ..."

"Cuando papá deja de beber ..."

"Cuando me mude de casa ..."

Entonces vivimos esperando que la situación cambie, que gracias a nuestras acciones los otros actúen de manera distinta o simplemente que nos amen como lo necesitamos, aunque necesariamente no sea la forma en la que esas personas aman.


Pero cómo podemos dejar ir las relaciones. Lo primero es tomar conciencia de ese patrón que nos incita a imaginar quién podría ser alguien, así evitarás entrar en un ciclo de decepción. Debes estar dispuesta a trabajar a través de tus propias defensas, ver a la persona por quienes son y comprometerte con ellos en ese espacio auténtico. No desde lo que deseas.


Debemos enfrentar quiénes somos y debemos enfrentar quién es nuestra pareja, amigo o familiar. Debemos enfrentar estas cosas tal como están en este mismo momento y preguntarnos: "¿Qué puedo hacer con lo que se me ofrece en este momento? ¿estoy dispuesta a vivir con esto?" Si descubrimos que amamos a la persona tal como es (defectos y todo), entonces podemos crear una verdadera intimidad. Pero si no, entonces la conexión solo se mantiene a través de la fantasía.


La gente te dice quiénes son con su comportamiento. Escucha. Estos son 4 razones por las que reconocer si estás enamorada de una fantasía o de una persona, te será de gran ayuda durante el proceso de cáncer:


1. Tener una relación dependiente vs. Una relación sana




Esto es lo más importante. Tener una relación dependiente te afecta mucho más allá de las expectativas. La realidad es que tu felicidad recae sobre una sola persona y estás expuesta a sufrir más de lo que deberías, sobre todo en este difícil proceso. Entender qué buscas de una pareja y en qué medida tu pareja actual puede brindarte ese cariño es el primer paso para reconocer si alguno de los dos está siendo demasiado dependiente.


Recuerda que puedes ser dependiente de muchas personas en tu vida y que esto solo te hará insegura. No necesitas la validación de nadie, la felicidad comienza con el amor propio y el cáncer es una oportunidad perfecta para reencontrarlo y reinventarte.


2. Recuperar la libertad para amar


Cuando vives enamorada de las expectativas es como si algo te detuviera. Como si quisieras amar sin medida, pero siempre que lo intentas terminas pensando en todo lo que te hace falta o quisieras tener de esa persona. Dejar de esperar “algo” de la otra persona te dará la libertad de amarlo incluso cuando pareciera que te decepciona. Claro, no se trata de amar a todos por el simple hecho de que podemos. Si tu relación es tóxica y te afecta más de lo que te hace crecer es momento de terminar con esa pareja.



3. Reconocer el valor de la honestidad


Esto es muy importante. Una pareja se basa en la confianza y en la honestidad, cómo puedes amar alguien del cual esperas acciones que no puede realizar. Recuerda que no todos aman de la misma manera y pedirle a un ser querido que cambie su forma de demostrar su carriño no solo es lastimarlos sino perder la honestidad. Y no me refiero a decirles qué sí y qué no quieres de ellos es más bien ser honesta contigo misma.


Un consejo es preguntarte ¿qué quiero? ¿qué merezco? ¿qué necesito? ¿qué puedo superar? Estas preguntas te ayudarán a entender si al estar en una relación basada en las expectativas solo te estás engañando. Esperando que la persona se convierta en alguien que nunca será.


4. Dejar de sufrir por ser perfectos


Cuando vives de las expectativas, hay muchas probabilidades de que vivas en sufrimiento. Por lo general la idea de la “perfección” tiende a generar culpa y enojo. Te voy a poner un ejemplo que seguro entenderás. Cuando me diagnosticaron con cáncer me sentí culpable un tiempo, pensaba qué hice mal para que mi cuerpo enfermara de esta manera hasta que me di cuenta que no soy perfecta, que no tengo el control de todo y que lo único que me queda por hacer es transformar los hábitos que nos dañaron.


Cuando vives en una relación con demasiadas expectativas es probable que te sientas decepcionada de forma constante e incluso te preguntes si tú eres la culpable de esta situación. Las personas o parejas perfectas no existen y no deberías buscar una relación así.


Ahí lo tienes. Tengo que ser honesta, reconocer que estás esperando demasiado del otro puede llegar a ser doloroso, pero a larga será más liberado para ti que para cualquier otra persona. Vale la pena, ahora más que nunca ir en busca de un amor real, uno que te ame con los ojos abiertos y que puedas amarlo a pesar de sus defectos.

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