Si hay un sentimiento o una sensación que todos hemos experimentado alguna vez es el miedo, porque puede aparecer en cualquier escenario de nuestra vida e inclusive puede que esté presente todo el tiempo y salga a la luz ante algún estímulo en específico. ¿Pero qué es exactamente el miedo? Trataré de describirlo en este artículo.
Hace algunas semanas, una de las mujeres de esta comunidad me compartió con mucha tristeza que el cáncer había regresado. Pero una de las cosas que más le preocupaban era la incertidumbre sobre el futuro y tenía un enorme miedo a todo eso que estaba por venir.
Y la verdad es que no es la primera vez que me escriben estas historias, y me conecté con todo lo que el miedo nos puede provocar pues resta a nuestra calidad de sueño, baja nuestra motivación para hacer cosas como ejercitarnos o hasta comer bien; es decir, afecta en todos los aspectos básicos de una buena salud.
Nos quita esa energía que solemos destinar a esas actividades, inclusive me animaría a decir que nos aleja de la oportunidad de conectar con la gente que más queremos.
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Cuando inicié mi tratamiento de cáncer de mama recuerdo lo abrumada y preocupada que me sentía, era aterrador a veces porque mi mente se alteraba y pensaba en los efectos secundarios e incluso me daba una ansiedad al pensar si podría seguir trabajando, cuidar a mi familia y llegué a pensar en futuros escenarios negativos como que todo lo que haría no serviría. Y al final, tras años de analizarlo y digerirlo me di cuenta que ese miedo se “contagia”, pues los seres que más amamos también sufren al vernos sufrir y se genera una impotencia de no poder hacer algo que ayude rápidamente.
El miedo según la RAE es la “angustia por un riesgo o daño real o imaginario”.
El miedo es la reacción que se produce ante un peligro inminente, pero no solo tememos por lo que está por venir, sino por lo que está y de alguna u otra manera se puede manifestar peor de lo que pensamos o de lo que creímos.
¿Miedo real o ficticio?
Esta es la pregunta del millón.
Sabemos que a muchas personas les gusta pasar miedo (miles son los fans de películas de terror), pero ¿por qué parece que ese tipo de personas no tienen miedo a nada? Un reciente estudio asegura que, mientras en una situación de "miedo real" es la amígdala la que se activa, en el caso de un individuo “disfrutando” de una película de terror, las áreas del cerebro que entran en funcionamiento son otras: el córtex visual, el córtex insular, donde reside la conciencia, y el córtex prefrontral, el encargado de la resolución de problemas y la atención. Es decir, el órgano responsable del miedo no se activa. Es decir, el cerebro sabe distinguir entre miedo real y miedo ficticio. ¿Y los niños? Es posible que estos se asusten ante unas imágenes en una película de miedo o en una casa del terror, puesto que es más complicado para ellos distinguir lo que es real de lo que es ficticio.
El ser humano nace con solo dos miedos innatos, el resto son adquiridos. De ahí que los bebés solo tengan miedo a dos cosas: a caerse y a los ruidos fuertes.
Así que parece que el miedo es parte de nuestra naturaleza humana así que el reto en esta vida es aprender a abrazarlo y a reconciliarnos con él.
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Quedo pendiente de tus comentarios y como siempre te lo digo, estoy aquí para ser compañía en cualquier momento difícil.
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