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¿Los traumas emocionales causan cáncer de mama?


Sé que éste es un tema que genera mucha controversia pero también sé, por experiencia propia, que el cáncer es una enfermedad multifactorial.


Nuestra salud se afecta tanto por cosas o agentes externos como las toxinas y los seres patógenos, la genética y nuestra historia médica, lo que comemos y cómo nos nutrimos, pero también es importante evaluar lo que pensamos y lo que sentimos.


Creo firmemente en que somos seres integrados no sólo en cuerpo físico, sino también mente y emociones. Así que hoy les comparto este blog que aborda justo el tema emocional, fundamentado con los estudios de investigadores y médicos que han comprobado el papel que las emociones juegan en nuestra salud y en especial con el cáncer de mama.


Yo he acudido a diversas terapias emocionales a lo largo de estos últimos años, y el resultado ha sido doloroso pero sumamente revelador y sanador.



Efectos a largo plazo de los traumas emocionales



Las guerras, los conflictos políticos, los desastres naturales, la pérdida de un ser querido, el abuso doméstico, los problemas financieros, eventos trágicos de la infancia, son factores que te pueden marcar de por vida, pero, ¿los traumas emocionales no resueltos pueden ser un factor para desarrollar cáncer? La respuesta acorde a algunos estudios realizados sobre el estrés, las emociones y el cáncer revela que sí, este tipo de situaciones pueden ser un factor para desarrollar la enfermedad.


De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, un trauma es la respuesta emocional a un evento sumamente negativo. En el momento, la respuesta puede ser un estado conocido como de “shock”, pulso acelerado, mareos, confusión, entumecimiento, desorientación y distracción, son una parte normal de la respuesta de "lucha o huida" de nuestro sistema ante un evento traumático.


Sin embargo, cuando el efecto de tales eventos es SEVERO, surgen problemas que permanecen con nosotros tiempo después del acontecimiento traumático.




Los síntomas que verás listados abajo son algunos signos de traumas emocionales que posiblemente siguen afectándote a ti o a un ser querido:


• Evitar personas, lugares y situaciones que recuerdan al trauma

• Recurrencia espontánea y recuerdos angustiantes del evento

• Pesadillas continuas y flashbacks sobre el evento

• Angustia cuando al enfrentarse a personas, lugares y situaciones que recuerdan el evento traumático

• Incapacidad para recordar aspectos importantes del evento que no están relacionados con lesiones en la cabeza o sustancias

• Generalizaciones negativas y culpa a uno mismo, a los demás o al mundo Ej., "No soy bueno", "Todos los hombres son una basura", "El mundo es un lugar muy peligroso"

• Sentimientos de vergüenza, horror, enojo, culpa o miedo

• Disminución de la participación en actividades que solían interesar a la persona

• Distanciamiento de otros

• Incapacidad para experimentar emociones positivas

• Comportamiento autodestructivo

• Hipervigilancia o paranoia

• Respuesta exagerada de "sobresalto"

• Incapacidad para concentrarse

• Problemas de sueño

• Ansiedad

• Irritación

•Cambios de humor


Si ahora notas que varios de los signos están presentes en tu vida de manera permanente o en la de un ser querido, puede ser que algún evento traumático no ha sido curado de forma apropiada, lo cual puede desarrollar estrés crónico que podría desembocar en cáncer.

¿Cuál es la relación del estrés crónico y el cáncer?



Cuándo los traumas emocionales no se han curado, el cuerpo está en un constante estado de estrés. Numerosos estudios han conectado en estrés con un sistema inmunológico bajo y con altos niveles de enfermedades en general.


Un reporte reciente analizó profundamente otros estudios que demostraban cómo el sistema nervioso simpático puede estimular la metástasis cuando se activa crónicamente.


El sistema nervioso simpático es el sistema primario involucrado en los cambios químicos que tienen lugar en situaciones de supervivencia. Sin embargo tan pronto como el evento traumático ha pasado, el cuerpo vuelve a su funcionamiento normal en una hora, cuando se tiene estrés crónico el sistema nervioso simpático está encendido todo el tiempo.


En este estado, la adrenalina y los mecanismos estimulantes de la noradrenalina alteran el código genético celular.


Esta alteración genética puede conducir a una serie de procesos pro-cáncer:


• Activación de respuestas inflamatorias

• La inhibición de las respuestas inmunes

• Inhibición de la muerte celular programada del cáncer

• La reducción en la función citotóxica de las células asesinas naturales

• La inhibición de la reparación del ADN

• Estimulación de la angiogénesis de células cancerosas

• Activación de la "transición epitelial-mesenquimal", que es una de las formas en que se crean nuevas células madre cancerosas


Y aunque es cierto que el cáncer, como muchas otras enfermedades es multifactorial, es decir, que es resultado de diversos factores, el aspecto emocional es uno de ellos.


Así que debemos sanar nuestras emociones, para evitar la enfermedad y para ser felices.

Y existen 4 maneras propuestas para hacerlo:

3 formas de sanar los traumas emocionales y bajar el estrés crónico


El doctor Douglas Brodie, pionero de las investigaciones que ligan las emociones, la mente y el cáncer, después de tres décadas de investigaciones, notó que la mayoría de los individuos diagnosticados con cáncer tienen patrones psicológicos.


Entre estos patrones está la experiencia de un evento traumático y emocionalmente dañino aproximadamente dos años antes de obtener un diagnóstico de cáncer.


Otras características se asemejan a las del trauma emocional a largo plazo mencionado anteriormente. Algunas de las notas son la tendencia a internalizar las emociones intensas, la dificultad para establecer la cercanía con los demás y la incapacidad para enfrentar adecuadamente las situaciones estresantes.


Las buenas noticias, son que existen muchas modalidades y prácticas que pueden ayudarte a sanar los traumas emocionales y reducir el estrés crónico:




1. Meditación y visualización


El oncólogo Carl Simonton y su esposa Stephanie, una psicóloga capacitada, son los autores del libro Getting Well Again: Una guía de autoayuda paso a paso para superar el cáncer en pacientes y sus familias.


Este trabajo fue tal vez uno de los primeros en documentar cómo las personas pueden influir en el proceso de su enfermedad a través de la curación de sus emociones.


De las muchas modalidades que discuten son meditación y visualización. En su libro, brindan un ejemplo tras otro de cómo la meditación y la visualización prolongó la vida, mejoraron la calidad de vida y, en algunos casos, ayudaron a la curación del cáncer.


Un estudio canadiense de 2015 observó sobrevivientes de cáncer de mama que meditaban y aquellos que no lo hicieron. Después de tres meses, los meditadores mostraron evidencia de cadenas de telómeros más largas que aquellos que no practicaron la meditación.


Los telómeros existen al final de cada cromosoma celular y protegen la integridad de la información genética. Los telómeros acortados a menudo se asocian con la edad y enfermedades como el cáncer.


2. Heridas emocionales


Curar heridas emocionales profundas a través de la terapia, la hipnosis o programas específicos puede ayudar a curar los efectos persistentes del trauma emocional, especialmente si ocurrió durante la infancia.


Las experiencias traumáticas que tuvieron lugar en los primeros años de vida, ya sean positivas o negativas, son la base de cómo interactúas con el mundo exterior como adulto.


Estos sistemas de creencias pueden cambiarse, pero solo trabajando en el nivel subconsciente, que fue donde se formaron en primer lugar. La "terapia de conversación" puede ser útil para comprender la dinámica del evento y para romper patrones de comportamiento no saludables cuando se combina con otras modalidades, como la visualización.


3. Ejercicio


Existe un vínculo directo entre el ejercicio regular y la regulación de las hormonas del estrés.


Numerosos estudios han demostrado que cuando los animales se estresan repetidamente y no se les permite una salida física, la enfermedad se establece rápidamente.


Sin embargo, cuando a los animales se les proporciona una salida física para liberar el estrés, el daño a sus cuerpos es mínimo. Los estudios también confirman que las personas que caminan y trotan de forma regular son más flexibles en sus sistemas de creencias, muestran una mayor auto aceptación, confianza en sí mismas y autoconfianza y son menos propensas a la depresión.


Después de leer esta información, no cabe duda que el cáncer es una enfermedad que afecta también la parte emocional de cada persona, y es importante que pongas mucha atención a esta parte de la sanación. No sólo la parte física es dañada, también en interior de cada persona tiene mucho que ver con la manera en como pasarás por este sendero.


Por eso te recomiendo que hagas lo que más te haga sentido para empezar a sanarte tanto por dentro como por fuera, habla con tu doctor y coméntale tu situación, él tendrá información o contactos que pueden servirte mucho.


¿Crees que hay algo que debas sanar en tus emociones? Sin duda algo que a mi me funcionó a lo largo de mi enfermedad para hacer contacto con mis emociones, reconocerlas y sanarlas fue estar cerca de mi grupo de apoyo, sentir su contención y poder descansar en ellos cuando sentía que era demasiado.


Para complementar este blog preparé una lista de cuatro pasos para crear tu grupo de apoyo, este es el primer paso para sanar las heridas del pasado.


Cuéntame en los comentarios qué piensas de estos consejos y cómo crees tú que las emocionas han influido en tu proceso de cáncer de mama.







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