Como seguramente sabes, la quimioterapia es una de las opciones más comunes de tratamiento cuando eres diagnosticada con cáncer de mama. Y lo primero que se nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra es “perder el pelo”, “vómito”, “sentirse mal”…y sí, es un tratamiento muy agresivo que causa un gran número de efectos secundarios.
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La quimioterapia es la administración de químicos muy fuertes que ingresan al cuerpo y destruyen o frenan el crecimiento de las células cancerígenas y a su paso, también atacan a muchas células sanas.
En la realidad se trata de una gran intoxicación para nuestro cuerpo, y una vez terminado el tratamiento, tu cuerpo necesitará un respiro y una gran “limpia”.
Yo aprendí a escuchar a mi cuerpo y a identificar cuando necesitaba descansar de tanto trabajo para procesar medicamentos. El cuidado de mi alimentación y del sueño reparador fueron los dos secretos más grandes que descubrí.
Me dediqué a comer muy sano, aprovechando los verdaderos nutrientes de los alimentos y usándolos para limpiar, desinflamar, desintoxicar y reparar.
Aprendí mucho de las grandes cualidades que algunos alimentos tienen y de la importancia de la hidratación. Me dediqué a tomar muchos jugos, pues era muchas veces lo único que podía comer. A mis tratamientos llegaba siempre con un litro de jugo verde, uno de papaya y una infusión de menta, yerbabuena o jengibre que me calmaba la náusea.
Así que hoy te comparto algunos consejos que puedes implementar para darle a tu cuerpo ese descanso tan necesario.
Recuerda que escucharte y saber qué es lo que te hace bien.
1. Toma jugos naturales hechos en casa
El jugo puede convertirse en la mejor manera de obtener la nutrición necesaria para tu cuerpo.
Beber jugos naturales balanceados puede ayudarte a nutrir tu cuerpo poco a poco. Observa cuáles son las frutas o verduras que te caen bien.
No los endulces y busca fruta y verdura de la mejor calidad posible.
Recuerda que tomarlos lo más frescos posibles también es importante para mantener las máximas cualidades de los alimentos.
Si puedes, utiliza los extractores de presión en frío y sino licúa y no los cueles para mantener la fibra.
Guárdalos en termos de vidrio, son mucho más higiénicos.
2. Apoya tu sistema inmunológico
La echinacea, vitamina C y vitamina D son tres suplementos que deben utilizarse para impulsar el sistema inmunológico. Cualquier persona, que ha pasado por la quimioterapia, debe considerar estos suplementos. Consulta con tu médico lo que debes tomar y asegúrate de incluir los alimentos que incluyan estas vitaminas.
3. Elimina de tu dieta la comida procesada
No comas chatarra, no te hace nada bien.
Evita todos los alimentos procesados, los sabores artificiales, los colorantes, los conservadores, las grasas trans, el azúcar y las harinas refinadas. Nada de esto te nutre y en muchos casos causa mayor intoxicación a tu cuerpo.
4. No tomes alcohol
El alcohol es otro químico que al cuerpo le cuesta mucho procesar. El alcohol además de deshidratarnos, inflama e intoxica.
Si disfrutas de una buena bebida, espera a estar fuera de este tratamiento para hacerlo.
5. Agua, agua, agua
No estás a dieta pero el beber agua, es quizá una de las cosas más importantes en este proceso de de ayuda a tu cuerpo.
El estar hidratada te ayudará a eliminar mucho más rápido los medicamentos y a procesarlos mejor.
Como ves la nutrición es la base de la salud, al consumir una variedad de nutrientes puedes darle las herramientas a tu cuerpo para hacer su trabajo y permitirte el sentirte mejor.
Este proceso que depende mucho de ti, y si bien a veces podremos probar ese chocolate que más nos gusta o festejaremos algunos de los avances en nuestro tratamiento con un rico pedazo de pastel, el comer bien en esta etapa y darle a tu cuerpo nutrientes de calidad, vitaminas y minerales es esencial para que te recuperes.
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