Síntomas: tu corazón se acelera, respiras tan rápido que empiezas a hiperventilar, sudas, piensas en todo al mismo tiempo y no logras concentrarte, estás agitada sin razón, no puedes dormir, se te olvida la hora de la comida y de pronto te das cuenta que no tienes hambre.
Aunque pareciera que no es nada serio y que es algo que vives ocasionalmente, la ansiedad tiene el poder de agotar a tu mente y tener impactos realmente serios en tu cuerpo y tu salud.
¿Cuántas veces dirías que te sientes así en una semana?...Se trata de que hagas conciencia e identifiques los momentos en los que estás ansiosa, sobretodo ahora que seguramente tienes muchas más cosas en la cabeza y que tu vida ha cambiado por completo con esta enfermedad. Hay que bajar el volumen de la mente y relajar el cuerpo, de eso se trata.
¡No te preocupes! No tendrás que pasar horas sentada en la posición del loto o contorsionando tu cuerpo en diferentes posiciones (Aunque estaría bien que lo integraras), comenzaremos con prácticas sencillas que harán grandes diferencias.
1. Establece una intención del día
Hay una razón por la cual los maestros de Yoga insisten en que comiences tu práctica del día con una intención, hacerlo nos da una meta corta, que podemos alcanzar con simples acciones, y lo mejor de todo es que todo dependerá de ti, no hay reglas o manuales que seguir.
Establecer una intención al día te ayuda a enfocarte y a recordar por qué estás haciendo algo. Si algo te causa ansiedad, como por ejemplo entrar al hospital, establece una intención para recordar por qué lo haces. Es tu manera de cuidarte y buscar tu salud y tu recuperación. Tu intención puede ser algo así como: “Me cuido y me hago responsable de mi salud”.
2. Haz una meditación guiada
Hay opciones en Youtube maravillosas y llenas de temas a tratar a través de la meditación. Busca aquellas con las que conectes con la voz, con la música y por supuesto con el mensaje. Hay de muchas duraciones que van desde 10 minutos hasta una hora y media.
No hay pretextos, además son gratis.
3. Dibuja
Y no se trata de que seas una experta en arte, sino de que practiques esta actividad de manera que te distraigas. Seguramente has visto los libros para colorear mandalas, se han hecho muy populares y las razones por las cuales esto ha sucedido sobran. Son perfectos para calmar la ansiedad. Además, estarás estimulando tu creatividad cuando tu mente necesita un descanso.
4. Sal a caminar
Esta opción es de mis favoritas! Además de ser un excelente ejercicio físico, es una forma de meditar, de dejar fluir los pensamientos y simplemente estar en contacto contigo misma y si es posible de la naturaleza. Estar al aire libre es maravilloso. Camina poniendo atención a los sonidos que te rodean, sintiendo el viento o el sol, descubriendo los olores.
5. Mira el cielo
No importa donde vivas, no importa la hora….mirar el cielo y observarlo nos regresa calma. Se trata de que busques un momento para ver el cielo y que respires profundamente. ¿Qué ves? ¿qué mensaje hay para ti? ¿qué te hace pensar, sentir? Deja que el universo te ayude a recordar que la vida es más grande que tus preocupaciones, y que estas no valen la pena para quitarte la luz maravillosa que todos tenemos dentro.
6. Deja tu celular a un lado
No tengo que entrar en detalles…bien sabemos lo importante que es desconectarse de la tecnología para realmente estar presentes. De verdad asigna tiempo sin distracción para hacer todo lo que haces. Una cosa a la vez y con plena atención. Si eres adicta a los celulares como yo a veces, te aseguro cuando cumplas el reto de dejarlo te sentirás mucho mejor.
7. Lleva un diario
Este paso necesita dedicación y constancia. Llevar un diario te ayuda a registrar los buenos momentos para recordarlos, los malos para ver cómo ganaste esas batallas que en ese momento sentías interminables, y sobre todo para notar cuánto has crecido y cómo has evolucionado. Te ayuda a darte cuenta de que no hay que tomar las cosas tan en serio y que fluir es un paso esencial para disfrutar estar aquí con vida. Además es una excelente forma de desahogarte si lo necesitas y de conectar con tu cerebro racional cuando te sientes abrumada y llena de emociones.
8. ¿24/7 consciente?
No eres un monje experto en meditación, hay que aceptarlo, no trates de forzar las cosas y estar en modo “consciente 24/7” porque es probable que no funcione y se torne aburrido y estresante. Vive la vida y ten esos destellos de consciencia cuando sea el momento necesario, recuerda, la clave es fluir.
Es un hecho que vivir conscientemente puede cambiar la forma en la que percibes las cosas.
Centrarnos en lo negativo sólo cultivará más negatividad en nuestras vidas, es momento de ver la totalidad, de apreciarla y conscientemente trabajar por lo que queremos, por nuestras metas y determinar que cada día es un logro para algo, para una meta, porque cuando comenzamos a apreciar nuestro día a día, es cuando surge nuestro agradecimiento por estar aquí y ahora, por impactar positivamente a los que nos rodean y crecer para convertirnos en la mejor versión de nosotros.
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