Hace un tiempo leí información sobre este tema y decidí compartirlo en mi página de Facebook, la respuesta fue buena y algunas mujeres externaron interés sobre ello y por eso hoy decido tocar el tema largo y tendido en mi blog.
Y es que el miedo a que el cáncer regrese luego de haberlo superado es una preocupación común y muy a menudo perturbadora para todas aquellas que hemos estado en ese momento donde finalizamos un tratamiento. Cualquier sensación extraña en mi cuerpo muchas veces manifestaba una voz interior que me decía “volvió”, pero la realidad es que eso solamente es el miedo que nos da regresar a estar ahí y con miedo es difícil vivir, aunque hay que aceptar que es un acompañante común al que tenemos que aprender a dominar y soltar.
El miedo a la reaparición del cáncer es el miedo a que regrese o progrese ya sea en el mismo lugar donde nos afectó o en otro lugar del cuerpo y la verdad es que ese tema no es al 100% abordado por los proveedores de atención médica, aunque muchos pacientes manifiesten su preocupación y con esta sensación tengan un impacto negativo en su calidad de vida.
Además de que en los tiempos actuales, en que vivimos una pandemia, es muy probable que el miedo aumente y de sobremanera. Hasta el 97% de las personas que superaron un tratamiento de cáncer se puede ver afectado con esta sensación.
Es por eso que hoy quiero compartir tres estrategias para lidiar con el miedo a la recurrencia del cáncer y de paso (muy importante) mejorar nuestra calidad de vida.
También te puede interesar: 3 maneras seguras para superar el miedo y la ansiedad
1.- Controlar nuestros pensamientos
Tras cualquier síntoma nuevo o sensación que se parezca a alguna del pasado, puede llegar la preocupación de que el cáncer regrese y nos preguntamos: ¿estaré preparada para ello? O también: ¿Si no me preocupo lo suficiente, el cáncer regresará? Estos pensamientos solo pueden aturdirnos y hacernos creer que influirán en el regreso de aquel mal, cuando la verdad es que es probablemente pura superstición. Muchas veces creemos que estos pensamientos de “control excesivo” y sus acciones consecuentes (autoexámenes de los senos por día, por ejemplo) calmarán nuestras preocupaciones, pero esto cuando es en exceso solo sirve para reforzar y aumentar la preocupación y el miedo, por lo que debemos reducir estos comportamientos de control lentamente para disminuir la preocupación y nuestra sobre atención a ello.
2.- Mejorar nuestro estilo de vida
¡Y ya lo sé! Se lee fácil pero es difícil aplicarlo, pero el miedo puede restarle atención a nuestro sueño diario, a nuestra dosis de ejercicio, a nuestra motivación a nutrirnos e hidratarnos adecuadamente y en sí, afectar a todos los aspectos básicos de una buena salud. Por lo que es prioritario retomar o incluir buenos hábitos para nuestra salud con el fin de reducir preocupaciones y temores sobre recurrencia del cáncer. Hacer un esfuerzo por dormir 8 horas, movernos, hacer yoga y ejercitarnos, son acciones que se han asociado a una disminución de los síntomas al miedo de la recurrencia.
3.- Regular las emociones
Para lograr esto no hay mejor aliada que la meditación, ya que ayuda a calmar los momentos de mayor miedo y estrés a los que estemos sujetos. Se trata de desarrollar mayor conciencia de todas las sensaciones corporales que tengamos, pues al conectarnos a nuestro yo físico, hay una mayor comprensión de las posibles causas de las emociones dañinas y no deseadas.
Con la meditación aprenderemos a reconocer lo que siente nuestro cuerpo y así entender lo que está mal, ya que todo aquello que nos incomoda o afecta se siente en nuestro cuerpo y ese vacío que llega en la boca del estómago cuando el miedo nos atrapa, es solo un ejemplo. Identificar las emociones y sentimientos nos permitirá comunicarnos mejor con nosotros mismos y relajarnos.
En este blog te comparto una técnica para que lo intentes: Aprendiendo a meditar conectando con tu cuerpo
Espero que todo esto pueda serles de mucha utilidad y no olviden que estoy abierta a recibir sus comentarios y dudas en mis diferentes redes sociales. El objetivo es buscar aprender para nosotras mismas y si vuelve el cáncer, un corazón roto o cualquier adversidad, ¡estaremos mejor! Porque estaremos más preparadas.
Checa estos testimonios verdaderamente inspiradores:
Comments