Nadie planea una crisis, los problemas llegan sin previo aviso como las olas del mar que te revuelcan mientras no estás viendo. Hay crisis que duran días, meses e incluso años; dejan todo lo “conocido” convertido en caos, sin dirección, frenado y muchas veces en medio del pánico. Y es justo lo que se vive cuando te diagnostican con cáncer, al menos esos primeros días que a veces se convierten en semanas o meses.
Y luego, para terminar de rematar, a veces, algunas de las personas que más amamos, no nos saben acompañar o incluso nos abandonan en el camino.
Lo primero que aprendí fue que las personas vienen y van, que el cáncer te acerca o te aleja de aquellos que comparten contigo tu día a día; para mí esto significó perder y alejarme de amigos y familiares pero meses después de lanzar mi página web me di cuenta de algo importante:
Allá afuera no solo hay millones de mujeres enfrentado el cáncer de mama, hay millones de mujeres enfrentando el cáncer de mama y el abandono de su pareja al mismo tiempo.
