Esta es, seguramente, una de las cosas que has escuchado con mayor frecuencia, y se trata del miedo a morir. La mayoría de las veces se habla de esto en voz baja, como si existiera un miedo penetrante al momento de pronunciar las palabras prohibidas, “podría morir por eso”.
El miedo a morir es el hilo conductor que existe entre todas las personas que padecen o padecieron cáncer, y el ocultarlo, o guardar ese tipo de cuestionamientos en la cabeza no termina siendo la cosa más adecuada que podrías hacer para aliviar la tortuosa actividad de repasarlo en tu mente una y otra vez, y pretender que nada te pasa.
Es por ello que mirar el miedo a morir de una forma diferente puede brindarte el apoyo y fortaleza para cambiar la manera en que percibes esa temible frase. A continuación podrás leer algunas cosas que pueden ayudarte con la situación.
Muchas personas que se enfrentan a una enfermedad que amenaza la vida empiezan por tener miedo de morir. Esto no es sorprendente, ya que a menudo este miedo conduce a una alta motivación para ponerse bien. Sin embargo, si el enfoque es "No quiero morir", desde el punto de vista de la mente, ¿cuál es el objetivo, cuál es el objetivo? ¡Obviamente, los moribundos!
Un paso importante para recuperarse es cambiar el enfoque hacia la vida y encontrar lo que hay que vivir para, la pasión. En comparación con tratar de no morir, hay mucha más curación en centrarse en vivir y vivir bien. Estamos curados por lo que nos dirigimos, mucho más de lo que nos alejamos. "Cuando afirmamos la vida, la curación es una posibilidad mucho mayor." (Ian Gawler, The Creative Power of Imagery)
1. Aprende a escuchar a tu voz interna
Reconoce tu voz interior, pues ésta será tu guía. Nadie te conoce mejor que tú mismo, así que entender qué es lo que quiere decirte ese sexto sentido, será tu fortaleza en el proceso.
Al escucharte a ti mismo podrás aprender mucho sobre ti, si encuentras que tus pensamientos cotidianos están llenos de críticas, estrés y culpabilidad, será necesario que busques ayuda.
La técnica de libertad emocional es un método de curación que se basa en hacer tapping en los meridianos de la acupuntura, empleando este tipo de prácticas o indagando en la neurolingüística o el pensamiento positivo, te ayudará no sólo a fortalecerte en la parte mental, sino que también trabajarás tu parte energética y espiritual, tal vez te parezca algo muy simple, pero los resultados son potentes.
2. De negativo a positivo
Todos tenemos días malos, pero prestar atención a los pensamientos negativos cuando se producen, puede ayudarte a alejarte de la negatividad y buscar más ese lado positivo.
Pensamientos armoniosos, felicidad, balance, calma y tranquilidad son elementos de suma importancia, y seguramente te preguntarás ¿por qué? La respuesta es concreta; somos lo que pensamos.
Involucrar en tu vida el pensamiento positivo te cambia energética y físicamente, alguien que vive constantemente en estrés, culpabilidad, recriminación y negatividad, sólo puede cosechar lo que consume mental y energéticamente.
Diversos estudios demuestran que los pensamientos positivos tienen el poder de cambiar la manera en la que el cerebro se desarrolla. A partir del pensamiento y actividad positiva puedes modificar tu cerebro y fortalecer las áreas que estimulan los sentimientos y pensamientos positivos.
Si te encuentras en un ciclo de pensamientos negativos, aquí hay tres cosas que te pueden ayudar para terminar con esa mala racha.
Cuando la preocupación y el miedo te golpean, grita mentalmente “Stop” e incluso ayuda si imaginas un letrero rojo con la palabra STOP.
Recuerda que la preocupación no es real, se trata más bien de algo que tu cerebro ha evocado, enfócate mejor en pensamientos positivos que te distraigan.
Re-direcciona tu cerebro y tus acciones, ve a hacer algo nuevo y divertido, desde ayudar a tu vecino, llamar a alguien que amas o dar un paseo. Haz una lista con cosas que te gustaría hacer. Este pedazo de papel con cosas que quisieras probar será de mucha ayuda cuando te encuentres deprimido y no recuerdes todas las opciones que alguna vez planteaste querrías probar.
Llevar a cabo alguna de estas tres acciones cada vez que sientas que la negatividad se ha aprovechado de ti, te ayudará a modificar tu cerebro y atraerlo a un lado mucho más positivo.
3. Prueba la meditación
Una excelente práctica para volver a conectar tu cerebro al lado positivo es la meditación. Un estudio reveló que una hora de meditación por semana, aumentó el rango de emociones positivas en una amplia gama de situaciones.
Las razones para incorporar la meditación en tu vida son muchas, existen muchos beneficios que puedes investigar con tan sólo poner las palabras clave “beneficios de la meditación” en Google.
Vivir con el miedo a morir siempre está presente, pero aferrarte a esos sentimientos y a esa premisa sólo cerrará tu oportunidad de vivir ahora, en este momento, que es lo que tienes seguro y sabes que está pasando.
Proyectarte a un día lejano en el futuro te aleja de la realidad y las cosas buenas que te están impactando en el presente, vivir en el aquí y el ahora es la manera más efectiva de perder el miedo a morir.
Comprender que vivir en el momento presente es uno de los regalos más valiosos que tenemos y que podemos darnos a nosotros mismos es lo que te separará de las conjeturas y pensamientos fantasiosos por saber qué es lo que sigue.
Comer y disfrutar de cada bocado, abrazar y amar a los que nos rodean, mirar cada color del atardecer, escuchar el dulce canto de un pájaro, sentir el viento y el sol sobre nuestra piel, ver la chispa de amor en los ojos de nuestros seres queridos, qué es más importante que todas estas cosas.
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