Hoy 18 de enero es el Blue Monday, término que se le da al tercer lunes de enero y es calificado como el día más triste del año, seguro han escuchado de este término pues incluso hay marcas que lo aprovechan para lanzar promociones con el fin de “no estar tristes”.
Pero esto del Blue Monday tiene cierto sustento, ya que en 2005, Cliff Arnall, profesor de la escuela de psicólogos de la Universidad de Cardiff, en Gales Reino Unido, aseguró que había encontrado la fórmula matemática para determinar el día más triste del año y es precisamente el tercer lunes de enero cuando más tristes podríamos estar por factores como la presión por deudas navideñas, el frío, el tiempo que ha pasado desde las vacaciones, la desmotivación y propósitos de año nuevo incumplidos.
Y si bien no creo mucho en las fórmulas matemáticas para hablar sobre emociones, definitivamente creo que empezar el año bajo las condiciones que vivimos el año pasado y en algunos de los casos viviendo con cáncer, claro que puede afectar nuestras emociones. Así que me pareció una buena oportunidad para hablar del tema de la tristeza y cómo superarla con dos conceptos que hemos tocado en estos días en mis redes sociales: CALMA y CONFIANZA.
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Es importante definamos y reconozcamos qué es la tristeza: se manifiesta con una falta de motivación a todo, con llanto y una sensación de pesadez o falta de energía casi todo el tiempo. Lo importante es que: ¡es válido estar triste! Y debemos darle espacio a todas nuestras emociones, se vale llorar y desahogarse, pero lo que no está bueno es sumergirnos del todo en ese sentimiento y no salir.
¿Cómo es que buscar la calma puede ayudar en esto?
1. Para pensar mejor: Cuando mantienes la calma respirando profundo, le das a tu cuerpo la posibilidad de oxigenarte, bajar el ritmo cardíaco que ha sido acelerado por las preocupaciones y enfocarte en el ahora.
Este pequeño ejercicio de enfocarte en tu respiración por unos minutos puede ayudarte a conseguir esa calma y entonces empezar a poner tus pensamientos en mejores contextos y empezar a encontrar opciones.
Enfocarnos en el presente es clave.
Además de respirar, existen también técnicas como el mindfulness que pueden ayudarte para cambiar tus pensamientos. Aquí te dejo un blog que escribí hace tiempo sobre esto:
2. Para aceptar lo que te está pasando: Se trata de no resistirse a lo que sentimos ni a negarlo. ¿Sabías que “reconocer” lo que sentimos en vez de evitarlo, tiene el efecto de disminuir la sensación?
Es por ello por lo que si logras encontrar calma en el proceso de aceptación de tus emociones y preocupaciones, lograrás aceptar lo que sucede.
Cuando enfermas de cáncer, se trata de trabajar en ese proceso de aceptación y de búsqueda para salir adelante.
3. Disminuye el estrés y aumenta tu calidad de vida: La calma ayuda a disminuir el estrés….ese que tiene efectos mega peligrosos en nuestra salud y nuestra paz mental.
Buscar la calma y encontrar técnicas que nos lleven ahí, cambian por completo esos niveles de estrés.
Algunas actividades que también ayudan además de respirar y practicar el mindfulness son: meditar, cocinar, caminar descalza en la naturaleza, hacer algo que te guste y romper con la rutina.
A mí me funciona de maravilla arreglar mis plantas, escuchar música y bailar, leer y hasta darme un rato para mirar por la ventana.
Busca qué te funciona, haz conciencia de ello y ponlo en práctica.
¿Cómo es que la confianza puede ayudar en esto?
1. Para encontrar tu propósito: cuando nos invade la tristeza y la incertidumbre, es probable que no le encontremos sentido a nada y no veamos claridad en el futuro. Es necesario que trabajes en el autoconocimiento y descubras ¿qué es lo que te motiva? ¿qué podría cambiar tu sentir actual?
Lo que me motivaba a mí durante mi proceso era la visualización de mis proyectos futuros: pensaba en la graduación de mi hija, en los viajes en planes, en los cambios que quería hacer en mi casa y poco a poco empecé a buscar motivación a lo que quería llegar que de entrada era ¡sanar!
Cuando pones objetivos empiezas a confiar pues hay claridad en el camino que quieres seguir, independientemente de cómo se vayan logrando.
2. Para fortalecer tu autoestima: Las emociones como el miedo, la angustia, la incertidumbre y la tristeza pueden llegar a afectar inclusive nuestra autoestima, pues además de que nos quitan energía para nuestro autocuidado, nos enfocan en las carencias y no en la abundancia.
Si empiezas a confiar, a soltar lo que no puedes controlar y a apreciar lo que sí tienes, en automático cambia tu estado de ánimo y empiezas a verte y a sentirte mejor.
En octubre del año pasado, una gran amiga que se llama Paulina Valezzi compartió su testimonio en mis redes sociales y decía: “sobreviví al cáncer de mama y a la pandemia, me siento la mujer maravilla”, un ejemplo de cómo superar retos grandes te hace más fuerte.
Espero que este texto pueda ayudarte en los momentos de tristeza y no dejes de compartir lo que te ha funcionado a ti y si estos consejos te resuenan.
¡Te mando un abrazo enorme!
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