Hablar de confianza es algo que me cuesta mucho trabajo. La verdad es que cada vez que pienso en este tema aparece mi dualidad total.
Por un lado, tengo esta sensación de dejar fluir y por otro, sale mi yo controladora a querer “hacer” todo estructuradamente.
La realidad es que durante muchos años de mi vida me identifiqué con esta controladora que se encargaba de que todo pasara, bueno, eso creía, después vino el cáncer y me enseñó que no tenemos el control como tal sobre nada. Es decir, sí tenemos la posibilidad de elegir el camino presente que vivimos y es un hecho que ese afecta el futuro pero el punto clave es desde dónde operamos en este proceso.
¿Somos adultos que escogen conscientemente y se responsabilizan o simplemente nos dejamos llevar desde ese lugar de víctima para manipular?
En fin, en esta dualidad a la que a veces me enfrento y más ahora en momentos de pandemia, he descubierto que me siento en confianza con lo que hay y con lo que viene.
Uno de los retos más grandes es justamente mantenernos confiados ante tanta incertidumbre y creo que para ponerlo en práctica, nada como compartirles algunas recomendaciones bien prácticas.
Pero ¿por qué mantener la calma y la confianza? Pues porque sino se incrementa el estrés y afecta nuestro sistema inmune, así de fácil.
También podría interesarte: ¿Cómo superar la tristeza con calma y confianza?
Aquí te van mis consejos:
1. Aléjate de las noticias
De verdad, todo en los medios es este tema y al escuchar y ver tantas escenas de enfermedad es inevitable no angustiarse, y más si tienes cáncer en estos momentos y escuchas en todos lados que eres “vulnerable”.
Yo escojo una o dos veces a la semana leer algo de noticias pero trato de no despertar ni dormir viendo tele con este tipo de información pues sólo nos lleva a estresarnos y preocuparnos más.
2. Enfócate en lo que sí puedes hacer
Estar en casa permite hacer de entrada dos cosas muy importantes para mantenerte fuerte y sana: descansar y comer bien.
Es indispensable que aproveches el tiempo que estás pasando en casa para dedicarle tiempo a tu alimentación y que puedas dormir más.
Como saben, soy fiel creyente de la importancia de la nutrición para sanar y reforzar el sistema inmune y nada como además descansar y dormir las horas necesarias para que el cuerpo se restaure y descanse.
Yo he dormido mucho más en estos días y ¡me siento súper bien!
Estas son dos cosas que sí o sí puedes hacer ahora que estás pasando más tiempo en casa y es el tipo de cosas en las que nos podemos enfocar. todo aquello que sí está en tus manos.
3. ¡Haz ejercicio!
Mega trillado pero muy válido.
Lo más importante es que aunque estemos menos activos físicamente, dediquemos tiempo a que nuestro cuerpo se mueva.
Confieso que ha sido complicado para mí estar activa como antes y lo que he hecho es de plano clases online de yoga, de baile y he tratado de no dejar de practicar pues en verdad me siento bien.
Recuerda que el ejercicio nos ayuda a ¡producir endorfinas! Esas hormonas que ¡nos dan felicidad! Ya nada más por eso es que es necesario darnos este tiempo.
También podría interesarte:
4. Medita
Esta es una de esas actividades que no podemos permitirnos no hacer.
Meditar aclara la mente, descansa la mente, nos relaja y nos centra y enfoca.
¿Qué mayor justificación en estos momentos?
Y de verdad no se trata que hagamos meditaciones complejas o elevadas, simplemente se trata de que nos demos este tiempo todos los días unos minutos para lograrlo.
Baja apps para que las hagas guíadas, de verdad es algo que hay que hacer sí o sí.
5. Escribe y habla sobre lo que sientes
Cuando escribimos o hablamos, conectamos con el lado izquierdo del cerebro, lo cual resulta en poner en contexto eso que estamos compartiendo y el simple hecho de hacerlo, baja la intensidad de las emociones.
Creo que uno de los problemas más grandes que tenemos en la vida es que no nos han enseñado a hablar y a expresarnos sobre lo que sentimos. Inclusive muchas veces no sabemos ni cómo se llama eso que sentimos. Confundimos angustia con miedo y con dolor por ejemplo.
Lo más importante ante estas crisis emocionales es que empecemos por:
Darle espacio a las emociones
Reconocer qué es lo que estoy sintiendo
Escribirlo o hablarlo para ponerlo en contexto
Y el resultado es maravilloso pues el simple hecho de abrirlo y darle espacio hace que se minimice la intensidad.
Si sientes que esto no es suficiente, por supuesto que puedes y se vale pedir ayuda a un terapeuta.
6. Agradece
Y por último y no menos importante, crea una rutina para agradecer.
El hecho de pensar en lo que podemos agradecer hacer que te enfoques en las cosas que te hacen sentir bien, te muestra lo que sí tienes y te permite inclusive visualizar todas esas buenas noticias y bendiciones.
Yo agradezco por las noches antes de dormir por todo lo que sí tuve en el día y mi mente entra en este estado de paz que me permite descansar enfocada en eso en vez de en la carencia o la incertidumbre.
Muchas veces este ejercicio lo hago con mi hija y mi esposo para que juntos compartamos lo que tenemos que agradecer en nuestro día.
Así que espero estos consejos sean de utilidad y aunque parecen trillados, la verdad es que en mi caso han hecho una gran diferencia para mantenerme en calma y generando mucha confianza.
¡Compárteme lo que a ti te funciona!
Comentarios