Cada año trato de hacer este ejercicio de reflexionar sobre lo vivido.
Me encanta cerrar ciclos y mi mente siempre me lleva a la evaluación y a ponerle calificación a todo lo que pasa en mi vida.
Sin duda el 2020 ha sido un año lleno de muchas sorpresas y de mucho crecimiento pero también ha sido un año de mucho aprendizaje.
Hoy te comparto lo que aprendí y lo que este año me enseñó. También podría interesarte:
1. De verdad soy resiliente.
Hablar de resiliencia es hablar de capacidad de adaptación, de encontrar las oportunidades pero sobretodo de verlas ante los cambios de señal o de camino que la vida nos marca.
En un momento de la vida, me adapté a vivir con cáncer y creo que si bien fue un proceso muy importante, es sólo un pedacito de lo que he vivido este año.
En 2020 todas las áreas de mi vida se vieron afectadas y me di cuenta que tuve esa capacidad de ¡adaptarme a todo!
A quedarme en mi casa, a trabajar en casa, a desarrollar nuevas habilidades para hacer mi trabajo, a no comer en la calle, a no comprar nada que no necesito…en fin.
Es la primera vez que entiendo lo que significa ser resiliente en toda la extensión de la palabra.
2. Mi casa es mi mejor refugio
Siempre me ha gustado pasar tiempo en mi casa. Amo estar en mi casa, pero este año descubrí los pequeños rincones que pocas veces veo y que pocas veces disfruto.
Me conecté con lo que más me gusta hacer en mi casa además de descansar, me dediqué a cocinar, a cuidar a mis plantas, a decorar los rincones olvidados a pasear entre los diferentes espacios y disfrutarlos.
Aprendí a estar a gusto todo el tiempo en mi casa y logré crear un espacio lleno de música, plantas y flores, y mucha calidez.
3. Necesito mucho menos de lo que creo
¿Cuántos de ustedes no han dejado de gastar o inclusive han ahorrado dinero al estar pasando más tiempo en casa?
Usé poca ropa, tenis, nada de zapatos con tacón, casi ninguno de todos mis accesorios; me di cuenta que puedo tener mucho menos de lo que tengo en el clóset y ¡que está bien!
Esta pandemia al menos a mí, me alejó del comprar y del comprarme cosas que no necesito
4. Siempre es momento para aprender
Normalmente le echamos la culpa a la falta de tiempo, a que siempre estamos en todos lados sin poder hacer nada más y la verdad es que aun cuando estuvimos a mil haciendo muchas cosas, me di tiempo para aprender.
Leí mucho sobre cosas que quería entender, un ejemplo es cómo cuidar y hacer crecer mis plantas, me decidí a cocinar de cero platillos que siempre quise hacer como la pata fresca, los chiles en nogada, las pizzas a la parrilla, el pan de masa madre y un montón de cosas que siempre había querido hacer pero le echaba la culpa al tiempo.
Aprendí que ¡sí se puede hacer ejercicio en casa! Aunque siempre creemos que es mejor ir al gimnasio o al parque.
Aprendí que llenamos del hacer y el hacer toda la vida y nos olvidamos del momento y de voltear a ver lo que sí tenemos: un techo, comida, ropa para taparnos, música, baile, espacios para estar en familia, tranquilos, juntos, disfrutando de una buena peli o serie.
Y la verdad es que más que un año de pérdidas, ha sido un año de ganancias. Como todo en la vida, las dos caras de la moneda.
Sí, perdí mi salud en una parte del proceso, sí, perdí ingresos, perdí certeza, perdí claridad y a veces confianza pero gané muchas cosas como el descubrimiento de mi hogar, la calidad de tiempo con mi hija y mi esposo, el valor de la comida casera, el disfrutar de un buen vino sin necesidad de fiesta ni invitados, el ver día a día crecer mis plantas y descubrir cómo el sol cambia de posición en cada estación si estoy en mi casa. El valor que tiene para mí la soledad, la delicia de estar con mis perros, de ¡no sufrir el tráfico!
Gané la conciencia de lo importante que es eso que damos por hecho: los abrazos, los besos, la compañía, las risas, los amigos..
Gracias pandemia, gracias Covid. Sin este proceso no hubiera aprendido todo esto tan rápido.
Cuéntame ahora, ¿cuáles fueron las lecciones que a ti te dejó este 2020? Me encantará leerlas.
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Val gracias!! Coincido en mucho de tus aprendizajes y añado haberme dado cuenta del desgaste energético que implica moverme físicamente por mi trabajo y cómo pude adaptarlo on line.
Mi capacidad de lidiar con el miedo y mantenerne en confianza.
Un abrazo